Remedios caseros para las encías inflamadas

Las encías inflamadas suelen ser un problema común, este puede ser causado por distintos factores, aunque principalmente, se debe a una mala higiene bucal. Al ser una afección habitual, resulta importante conocer remedios naturales que ayuden a disminuir la inflamación de las encías, la cual se conoce como gingivitis.

¿Qué causa la gingivitis o las encías inflamadas?

Como se mencionó anteriormente, las encías inflamadas pueden ser producto de una mala higiene oral. No obstante, hay otros factores que influyen en la inflamación de las encías, como un cepillado agresivo que lastime la encía, un golpe en la zona, e incluso el tabaquismo.

Los cambios hormonales durante la pubertad y el embarazo también pueden ser un factor de riesgo para que las encías se inflamen. Este problema puede causar halitosis, sangrado de las encías al cepillarse, y por supuesto, hinchazón en la encía. Por suerte, hay diversos remedios caseros que nos ayudarán a aliviar este problema.

Remedios caseros y naturales para las encías inflamadas

Muchos de los siguientes remedios caseros pueden realizarse con ingredientes que ya tenemos en casa, resultando así muy práctico. Ten en cuenta que al ser remedios caseros, deberás ser constante, y para que hagan efecto, deberás mantener una excelente higiene bucal.

Sal

La sal tiene muchas propiedades que serán beneficiosas para las encías inflamadas. Para este remedio, necesitarás diluir una cucharada de sal en un vaso de agua, preferiblemente que sea sal marina. Cuando tengas la sal diluida, solo debes enjuagarte con esta agua antes y después de cepillarte.

Bicarbonato de sodio

El ingrediente por excelencia de los remedios caseros, el bicarbonato de sodio. El bicarbonato ayuda a neutralizar los ácidos que producen los alimentos que consumimos, evitando además, la multiplicación de las bacterias. Por lo tanto, es de gran ayuda para combatir la inflamación de las encías.

Si deseas usar bicarbonato de sodio, necesitarás un poco de este producto y unas gotas de agua. Junta todo hasta formar una especie de pasta, la cual tendrás que frotar en tus encías una vez al día.

Aloe vera

Por su parte, el aloe vera también es un ingrediente muy usado en remedios naturales y caseros. Esta planta cuenta con muchas propiedades, desde antibacteriana, antiinflamatoria, hasta cicatrizante y demás. Aunque su sabor es desagradable, es una gran alternativa para aliviar unas encías inflamadas.

Para usar el aloe vera, necesitarás un trozo de gel de la planta para frotarlo en las encías afectadas. Esto debes hacerlo de 3 a 4 veces al día, siendo constante con este remedio, podrás ver resultados en una semana.

Jengibre

El jengibre es una raíz con grandes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. También puede usarse para tratar la inflamación del tejido gingival. Para usarla como remedio natural para tratar esta afección, necesitarás un poco de jengibre, una pizca de sal y un poco de agua. Deberás moler el jengibre y mezclarlo con la sal y unas gotas de agua para formar una pasta.

Aplica la pasta sobre las encías que estén inflamadas por un minuto y enjuaga con abundante agua. Puedes realizar esto tres veces al día.

Limón

El limón es una fruta cítrica con excelentes propiedades y compuestos antibióticos. Esta fruta puede aliviar el dolor y la inflamación de las encías. Puedes crear un enjuague con el zumo de un limón fresco y un vaso de agua tibia, el cual tendrás que usar tres veces diariamente. Ten en cuenta que si tu inflamación es muy aguda, puedes llegar a sentir dolor.

Clavo de olor

Otra estupenda alternativa son los clavos de olor, cuyas propiedades antibacterianas y anestésicas lo hacen un gran aliado para combatir la inflamación de las encías. Puedes usar los clavos de olor o su aceite esencial. Si usas los clavos de olor, necesitarás una taza de agua caliente a la cual debes añadir 5 clavitos. Deja enfriar para luego usarla como enjuague bucal.

En el caso de que uses el aceite esencial, deberás humedecer un algodón con el aceite para luego frotarlo sobre la encía afectada durante 2 o 3 minutos. También puedes hacer un enjuague bucal diluyendo 5 gotas de aceite en un vaso de agua tibia. Puedes repetir esto dos veces al día.

Manzanilla

La flor de manzanilla es bien conocida por sus propiedades antiinflamatorias, pudiendo ser una buena opción para aliviar la inflamación de encías. Sólo haz una infusión de manzanilla bien cargada, espera a que enfríe y úsala como enjuague bucal.

Extracto de vainilla

Aunque no lo creas, el extracto de vainilla también puede ser beneficioso para tus encías inflamadas por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Humedece un algodón con extracto de vainilla y frótalo sobre tus encías, puedes repetir el proceso hasta cuatro veces al día.

Tintura de mirra

La tintura de mirra es antiséptica, antiinflamatoria y antimicrobiana. Para usarla, diluye unas cuántas gotas en agua tibia y úsalo como enjuague bucal. Podrás notar la diferencia en un par de días.

Aceite de coco

También puedes usar aceite de coco en directamente en tus encías para aliviar el tejido gingival inflamado. Para maximizar su eficacia, puedes mezclarlo con bicarbonato de sodio y usarlo una o dos veces por semana como si fuera pasta de dientes.

Cebolla

Por su parte, la cebolla cuenta con propiedades antimicrobianas, antisépticas y antioxidantes. Puedes cortar un pedazo pequeño de cebolla y masticarlo durante unos pocos minutos. Esto te ayudará a aliviar el dolor en las encías.

Manzana

La manzana también contiene antioxidantes y es excelente para limpiar los residuos de alimentos que pueden quedar en los dientes. Para usarla como remedio natural, solo basta con tomar un pedazo de manzana y masticarlo después de cada comida. También puedes masticar un trozo de manzana de 4 a 5 veces al día.

Como evitar tener las encías inflamadas

Por último, recuerda que para evitar unas encías inflamadas, es de suma importancia que mantengas una buena higiene bucal. Evita cepillarte con fuerza, usa cepillos de cerdas suaves y limpia tus dientes de forma regular y usa hilo dental. Tampoco olvides visitar al dentista de manera periódica, por lo menos, dos veces al año.